Frente a esta situación lo primero que se debe hacer es contactar a un etólogo clínico y un educador canino para que evalúen el caso.
Es muy común escuchar que al llegar a casa se debe ignorar al perro para que nuestra presencia no los altere, sin embargo esta actitud puede desnaturalizar la situación y aumentar el nivel de estrés. Es por ello que lo que se debe hacer es salud de la forma más tranquila posible al perro para que sepa que lo hemos visto y que no necesita llamar nuestra atención.
Además, algunos etólogos recomiendan hacer más previsible la salida del dueño manteniendo las pistas o señales que la anticipan, como por ejemplo coger las llaves. Esto se debe a que al poder predecir un estímulo que conlleve a una situación indeseada como la desprotección reduce los niveles de estrés.
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