Hay que mantener contacto físico con la perra para que ella se sienta protegida, mimada y relajada. Además, de esta manera se puede aprovechar para controlar que no haya dolores, fiebre, etc.
Por otra parte, se debe crear un ambiente tranquilo y calmado. Este debe contar con temperaturas suaves, es decir, se deben evitar el frío y el calor.
Es fundamental el control veterinario para conocer el estado de salud de los cachorros y la perra y que las necesidades de ella estén cubiertas.También, es muy importante conocer cuántos cachorros vienen en camino, y asegurar que todo salga bien al momento del parto.
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