Cuando pensamos en los peligros del verano para nuestras mascotas, solemos pensar en el calor, las pulgas o las garrapatas. Pero hay un enemigo silencioso y muy común que puede pasar desapercibido… hasta que ya es demasiado tarde: las espigas.
¿Qué son las espigas?
Las espigas son las puntas secas de algunas hierbas silvestres y cereales, como la avena, el trigo o la cebada. Tienen una forma alargada y puntiaguda, con pequeñas púas que les permiten engancharse al pelaje de los animales con mucha facilidad.
Lo que las hace peligrosas es que, una vez clavadas, solo avanzan hacia adelante, pudiendo penetrar en la piel, los oídos, la nariz o incluso los ojos de nuestras mascotas.
¿Por qué son tan peligrosas?
Las espigas no se limitan a quedarse pegadas al pelo. Pueden:
- Clavarse entre los dedos, provocando cojera, inflamación o abscesos.
- Introducirse en los oídos, causando dolor intenso, sacudidas de cabeza y, en muchos casos, necesidad de anestesia para extraerlas.
- Entrar por la nariz, provocando estornudos, hemorragias o infecciones internas.
- Afectar a los ojos, pudiendo dañar la córnea o causar conjuntivitis.
- En gatos, aunque menos común por su forma de moverse y acicalarse, también pueden sufrir lesiones, especialmente si salen al exterior.
Un caso real que no olvidaré
En mi caso, a mi perro se le metió una espiga en el oído. Tuvieron que anestesiarlo para extraerla y, como consecuencia, desarrolló una otitis severa que lleva más de tres semanas en tratamiento. Y es que las orejas de los perros son más delicadas de lo que parece y las espigas pueden complicar mucho su recuperación.
¿Cómo prevenir?
- Evita pasear por zonas con hierba seca o maleza durante los meses más calurosos.
- Revisa a tu mascota después de cada paseo, especialmente entre los dedos, orejas y nariz.
- Cepilla su pelo con regularidad, sobre todo si es de raza con pelaje largo.
- Si notas que se rasca mucho, sacude la cabeza o cojea, acude al veterinario cuanto antes.
Mejor prevenir que curar
Las espigas son pequeñas, pero pueden causar grandes problemas. Una revisión a tiempo puede evitar cirugía, infecciones y mucho dolor.
¿Te ha pasado alguna vez algo parecido con tu peludo? Cuéntanos tu experiencia en los comentarios y ayúdanos a concienciar a más tutores de mascotas.